logo

Sala Snoezelen

Una sala Snoezelen es aquella que está constituida por varios espacios diferenciados en los cuales hay distintos objetos y materiales de múltiples texturas y formas, que mediante el uso de los mismos se puede llegar a activar uno o varios sentidos (tacto, vista, oído, olfato y/o gusto) del niño. Los orígenes de estas salas de estimulación multisensorial son holandeses y se remontan a los años 70 del siglo pasado.

La docente escogerá los materiales u objetos a emplear adaptándolos en cada momento a cada alumno, según los objetivos que se quieran alcanzar, que puede ser para estimularles o relajarles.

Clasificación de los materiales que se pueden utilizar:

  • Elementos para desarrollar el sentido del tacto: cajas sensoriales, tejidos de diferentes texturas (seda, pana, lana, etc.), paneles táctiles, materiales naturales (paja, arena, agua, hojas, etc.) y figuras antiestrés.
  • Elementos para desarrollar el sentido de la vista: columnas de burbujas, panel con diferentes espejos, ruedas de efectos, linternas proyectoras, mesa de luz, pecera artificial, focos de luces y pinturas fluorescentes.
  • Elementos para desarrollar el sentido del oído: reproductores de música, instrumentos musicales (panderetas, cascabeles, campanas musicales, etc.), juguetes sonoros, música ambiental y paneles de sonido.
  • Elementos para desarrollar el sentido del olfato: difusores de diferentes aromas (eucalipto, rosa, vainilla, manzanilla, coco, lavanda, etc.) y aceites aromáticos.
  • Elementos para desarrollar el sentido del gusto: mordedores y diferentes tipos de comidas para que conozcan los tipos de sabores que existen (dulce, amargo, salado y ácido) y sus texturas (sólidas y líquidas).

El uso de estas características salas permite alcanzar múltiples beneficios en los niños:

  • Se produce una integración sensorial.
  • Se desarrolla la confianza en uno mismo y el autocontrol.
  • Se aumenta la atención y la concentración.
  • Se aumenta el conocimiento del propio cuerpo.
  • Se promueve la capacidad de elección.
  • Se trabaja la relajación.
  • Se trabaja el ritmo y el movimiento a través de la música y del apoyo visual.
  • Se trabaja la psicomotricidad y la exploración del entorno.
  • Se trabajan las emociones y los propios recuerdos.
  • Se incentiva la exploración y las capacidades creativas.

Varios autores nos demuestran mediante múltiples estudios la gran importancia de tener y de hacer uso de una sala multisensorial en los centros infantiles de primer ciclo.

Loor-Zamora (2020) recomienda utilizar las salas Snoezelen a todos los niños, ya que su desarrollo integral depende mayoritariamente de la cuantía y de la calidad de los estímulos que reciban. En concreto, la estimulación sensorial hace que este desarrollo sea armónico, al aumentar la respuesta de ese individuo con su entorno y al desarrollar en él mismo ciertas habilidades como son: la coordinación motora, el lenguaje, la memoria, la imaginación, la atención, la confianza, la autonomía, el fortalecimiento de los cinco sentidos y la percepción.

Aguedo et al.  (2017) afirman que la estimulación sensorial es fundamental en los primeros años de vida de los infantes para que puedan crear un positivo aprendizaje significativo. Esto se debe a que toda la información que se recibe del exterior mediante el uso de los sentidos se envía al cerebro, el cual procesa toda esa información y produce respuestas que crearán determinadas conductas y comportamientos en base al entorno que haya concebido. Además, añaden que el desarrollo cognitivo de los niños nace de tres puntos: la socialización, la interacción con el entorno y el mundo que les rodea. Por lo que, son estos aprendizajes los que les permiten crecer tanto a nivel intelectual como madurativo a los niños.

Cheung y Lau (2020, citado en Salom 2021) han demostrado que las salas multisensoriales afectan a la neuroplasticidad. Ambos autores garantizan que se produce una remodelación del cerebro gracias al continuo proceso de creación y organización de nuevas conexiones neuronales en el aprendizaje de experiencias novedosas. Estos estímulos sensoriales, motores y cognitivos que son nuevos para el individuo, acaban provocando cambios funcionales en su cerebro.

Jean Piaget, en la teoría del desarrollo cognitivo, explica en la primera etapa, conocida como la etapa sensoriomotora, que se da desde el nacimiento hasta los 2 años, que los niños aprenden sobre el mundo gracias a los sentidos y a sus acciones. Es entonces cuando exploran su entorno con su continuo movimiento, lo que les permite desarrollar una amplia gama de habilidades cognitivas (permanencia del objeto, autorreconocimiento, juego de representación e imitación diferida) (McLeod, 2020).

“La mayoría de nuestros aprendizajes se realizan a través de la experiencia sensorial propia, sobre todo en la primera infancia.”   Marta Aguilar